Cueva Llana bobal
Paraje ubicado en el corazón de la hoz del Júcar a su paso por Jorquera, donde los espesores calizos entierran al Júcar en su gran cañón.
Los tres elementos que componen su imagen son los componentes esenciales que hacen este vino tan especial:
El pez representa la contribución fundamental de los ríos Júcar y Cabriel en la fertilidad de sus tierras.
Las raíces el esfuerzo por proteger la tierra y el equilibrio ecológico, extrayendo unos nutrientes únicos de este terrior.
El hombre volador, conductor de conocimientos adquiridos a través de varias generaciones y transmisor de experiencias.
Tierra de fríos inviernos y veranos secos y calurosos, Señorío del Júcar elabora sus vinos con caldos regados por el Júcar, que desliza a través de las hoces las aguas de la Serranía conquense y da carácter y forma al paisaje que los define, condicionando estas tierras cuya altitud oscila entre los 600 y 700 m, con horizontes variados, donde contrastan las planicies de suelos rojizos sobre calizas miocenas, con la gama de ocres de las tierras arcillosas y arenosas.